martes, 6 de octubre de 2009

La conquista del aire. Belén Gopegui. 1998

Puntuación (de 0 a 10) = 2



Este libro es una mierda como un piano de cola. Es una novela pretenciosa que se centra en las florituras poéticas y el mensaje político y se olvida de contar una historia creíble. No se le puede acusar de mentir porque en el prologo ya avisa de que las novelas deberían tener un contenido ideológico y no dedicarse solo al innoble arte de entretener. Vamos, que reconoce que le ha salido un truño de novela, pero se justifica en que su mensaje era demasiado importante.

La historia se desarrolla en el éter, básicamente, ya que todo son pajas mentales de los protagonistas. Pero bueno, se supone que está ambientada en Madrid, aunque no creo que los madrileños se sientan muy identificados.

Los personajes, pues que queréis que os diga, acabo de terminar el libro (es que soy cabezón y me cuesta dejar un libro a la mitad aunque se lo merezca) y ni recuerdo bien cuantos son. Si recuerdo como son: PLA-NOS. Hay uno que se llama Carlos que es el más creíble y después hay toda una cuadrilla que van apareciendo y desapareciendo sin pena ni gloria. Tienen unos diálogos muy elevados eso si. Se pasan todo el libro hablando de política usando términos tan actuales como marxismo-leninismo o proletariado. Todo diálogos muy naturales. Supongo que habrá quien se identifique con esos personajes, pero yo me siento más cercano a un ballenero del XIX o a un caballero Victoriano Inglés.

En definitiva, un libro pesado de leer ya que es más un sermón político que una novela. Alguien debería haberle dicho a esta señora que si quiere que los personajes transmitan sus sentimientos o sus pensamientos, lo que tiene que hacer es ponerlos en distintas situaciones y que según estos reaccionen, el lector intuya lo que piensan o sienten. No vale con taladrar por narices clichés del tipo de este es rojo gafapasta y este es un niño rico, pijo y pepero.

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